lunes, 7 de septiembre de 2009

ENTRE PLATOS, COPAS Y PALOMAS

Comer se ha transformado en un arte. Las calles Jorge Washington, Manuel de Salas, Irarrázaval – Plaza Ñuñoa- y alrededores, se han transformado en un referente a la hora de hablar de la buena gastronomía capitalina. La Tecla, Ébano, 35 mm., Blue Pu, Bigas- entre otros-, se han ganado su prestigio con el tiempo. Y hoy, dan de qué hablar.

Día de Calor. Plaza Ñuñoa en plena hora de colación. El ambiente es así: terrazas llenas de personas hambrientas, vasos tímidamente llenados con agua mineral, jugo y bebidas-con hielo por supuesto-. Otros prefieren una larga y elegante copa de vino tinto o blanco – a pesar del calor-, todo depende de lo que el garzón luego les traerá. Eso sí, el vino es la mejor opción a mi gusto, para acompañar un buen plato de comida.

Y un buen plato de comida, es lo hay en esta plaza. Aquí no sólo encontramos una Ilustre Municipalidad, una cúpula, una pileta, palomas, colegiales, nanas con cabros chicos en coche, amantes sin plata para un motel o vendedores ambulantes. Aquí tenemos además, una gama variada de restaurantes, definidos cada uno por su cello, su estilo y su carta. Partimos el recorrido. Al mirar las fachadas de los distintos lugares, uno de por sí, se puede percatar del estilo, y hasta quizá, cómo será su propuesta culinaria. Entro a “La Tecla”, inmediatamente me percato de su decoración, que hace alusión a diseños de televisión y películas antiguas – algo vintage-. Hablo con un garzón de pelo oscuro y rasgos fuertes, le pregunto qué cuales son las recomendaciones u ofertas del día, él, me mira con cara de rechazo. Creo que ir a la hora de almuerzo a preguntar no es lo más indicado. Por lo que atino mejor a pedirle una carta, y a leer la pizarrita de las ofertas. Para empezar, La tecla ofrece un Happy Hour -de lunes a viernes- desde las 19:00 hasta las 21:00 horas, donde todos los tragos tienen un 50% de descuento. También presenta un menú para el almuerzo, el cual consiste en un buffet de ensaladas, dos alternativas de plato de fondo, un postre y café por sólo $2.300. Un valor razonable para un ejecutivo. No para un estudiante de región, por lo que sigo en mi tour por Plaza Ñuñoa.

Una construcción de concreto llama mi atención. “Ébano”. Aquí, a diferencia que en “La Tecla”, no hay mucha gente. Me acerco a un garzón -desocupado-, y le converso. Me explica muy en su volá, que aquí se vende comida “soul”, comida del alma con un toque Thai. Luego de darme a conocer de qué se trataba la dinámica del local, voy a lo importante. Por qué yo tendría que elegir “Ébano” entre tanta opción buena-como dicen-. Él me cuenta que su Happy Hour, ha sido elegido dos veces como el mejor de la capital-y “Ébano” sólo tiene tres años de existencia-. Que además en cada uno de sus platos tratan de plasmar algo diferente y único, para que sus clientes lo graben en sus memorias y vuelvan, claro. Y un plus que posee- y uno de los factores más importantes que ofrece este restaurant de comida Soul-, es que saben combinar precio y calidad, siendo una opción barata, sin dejar de ser buena y abundante.

El Happy Hour es todos los días, desde las 19:30 hasta las 21:30 horas, en donde existe un 50% en todos los tragos. Con respecto a las promociones, la más sobresaliente es que los lunes, martes y miércoles, el sushi se encuentra casi un 50% más barato, lo que ha sido el fuerte del restaurant. Me asegura, en “Ébano” tendrás un buen momento. Quizás cuando me titule, quizás.

Leo “La Taverna Della Piazza”, e inmediatamente pienso en mi hermano chico, que al igual que miles de chilenos, ama la comida italiana. Aquí, me limito a leer la pizarrita con tiza de la entrada, que con llamativos colores, quiere tentar a las 2.40, mi vulnerable apetito. Platos típicos de la bota itálica: ñoquis, espagueti y lasaña; a un precio muy conveniente son el principal atributo de “La Taverna Della Piazza”. Leyendo en su sitio on-line, averigüe que este restaurant ofrece una carta de más de 40 tipos de vinos distintos, a un precio más barato que la competencia. Sí o sí aquí acompañaras tus pastas con una buena copa. Uno de los puntos atractivos que este lugar ofrece es su servicio a domicilio, en donde los vecinos de Ñuñoa podrán deleitarse con esta comida, sin moverse de sus casas.

Caminando encontré: “Bigas”, donde me detuve un momento, tome agua -el calor era cada vez más fuerte-, y entré. Aquí el plato fuerte son las tapas españolas y criollas, con una gama de tragos y por supuesto, un Happy Hour, que sí, al igual que lo otros, de un 50% de descuento, un 2x1 de 19.30 a 21.30 horas. Aquí me recomendó un garzón-con el cual converse-: la Sangría, trago típico del local. No la probé, pero quizá usted pueda hacerlo, todo esto en Plaza Ñuñoa.

Esta comuna, no sólo se queda ahí. La municipalidad de Ñuñoa en conjunto con los locatarios de los distintos boliches gastronómicos, han creado el primer centro gastronómico de la capital. Potenciando así el foco turístico y siendo un incentivo, para la creación de buenos lugares de entretención dentro de Santiago. Un ejemplo.

“Plaza Ñuñoa, cocina cultura”, no es algo nuevo. Funciona hace más de diez años de forma independiente.-hoy en conjunto con el municipio-. Y son los precursores de varios eventos típicos de la comuna como: Noche de Sopas, Fiesta de la Vendimia, Fiesta de la Cerveza y Fiesta del Ron, entre otros. Los locales adheridos son Los antes mencionados más: Borne 19, Taxco, 35 mm, Doña Inés, Uva y Blue Pub.

No queda más que ir a probar y deleitarse para no quedar sólo con la teoría. Las opciones son múltiples y precios hay para todos los bolsillos. Plaza Ñuñoa está abierta de lunes a domingo, los 365 días del año, con actividades todos los meses, y algo preparado para ti. Entrégate a la buena mesa.

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